Mensaje a las familias. Decálogo del buen expectador

  1. Los niños no juegan para el entretenimiento del público ni para quedar los primeros, sino para divertirse y formarse como personas a través del deporte. ¡Tenlo siempre en cuenta!
  2. Aplaude los esfuerzos y las buenas actuaciones de todos los participantes. El resultado no es lo más importante.
  3. No les regañes por cometer errores. Están aprendiendo. Puedes hacer comentarios positivos. ¡Ésos sí que son motivadores!
  4. Muestra respeto por los participantes de la actividad: escolares, entrenadores, árbitros y público. Todos ellos son imprescindibles.
  5. Aunque seguramente tengas conocimientos, no “teledirijas” a los niños diciendo lo que tienen que hacer. Dales libertad para que disfruten de la actividad y tomen sus propias decisiones.
  6. Respeta las decisiones arbitrales y anima a los escolares a que lo hagan también, así como a jugar de acuerdo con el reglamento establecido.
  7. Rechaza el uso de cualquier forma de violencia o de comportamientos incorrectos, ya sean éstos generados por el público o por cualquiera de los participantes.
  8. Al terminar la actividad, valora lo realmente importante, es decir, la mejora personal y colectiva, y no el resultado obtenido.
  9. Fomenta en todo momento el uso de estas normas entre el resto de los espectadores. Con ello conseguirás que la actividad sea más beneficiosa para todos.
  10. Ten en cuenta que tus acciones son un modelo a imitar por tus hijos y, sobre todo, que el verdadero protagonismo es suyo.

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