Hoy, 10 de octubre, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Salud Mental, una fecha destinada a recordar la importancia de cuidar el bienestar emocional y psicológico de todas las personas.
Este año, más que nunca, la conmemoración resuena con fuerza en la vida de los adolescentes, especialmente entre los estudiantes de ESO y Bachillerato, que conviven a diario con nuevos retos académicos, personales y sociales. Las redes sociales, la presión académica, la incertidumbre sobre el futuro y los cambios propios de la adolescencia son factores que afectan de manera directa al bienestar emocional de los jóvenes. En este contexto, hablar de salud mental en las aulas se convierte en una prioridad. En este Día Internacional de la Salud Mental, el mensaje es claro: la salud mental importa tanto como la salud física. Prestar atención a las señales de ansiedad, estrés o tristeza prolongada no es una debilidad, sino un paso valiente hacia el autocuidado.
Como comunidad educativa, hoy se nos recuerda la importancia de crear entornos seguros, inclusivos y solidarios, en los que cada estudiante pueda desarrollarse no solo académicamente, sino también como persona.