Enuresis

Imagen - Consejos sobre Enuresis

La Enuresis es la emisión no voluntaria de orina por el día o por la noche, a una edad en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más allá de los 3-4 años. La Enuresis puede ser: 1) Primaria: si el niño nunca ha conseguido controlar su pipí. 2) Secundaria: si, después de un período de control, no consigue volver a él. 3) Diurna. 4) Nocturna. 5) Mixta: en ambos momentos del día.

Hay una serie de factores que pueden predisponer al niño a padecer este trastorno: Algún problema físico (una vejiga pequeña o de musculatura débil). Esto es lo primero que habría que averiguar. Iniciar demasiado tarde el hábito del control del pipí; una vez pasada la edad óptima, alrededor de los 2 años, es más difícil. Circunstancias críticas emocionalmente (factor psicológico): nacimiento de un nuevo hermanito,... Factor hereditario: es frecuente que alguien de la familia haya tenido el mismo problema; si es así, es conveniente explicárselo al niño para darle seguridad. Un ciclo del sueño muy profundo que le impide recibir el aviso de "vejiga llena". Padecer algún otro trastorno al que la enuresis va asociado.

Aunque suele mejorar espontáneamente con el paso del tiempo, es un tema que no debe ignorarse.

El primer paso será determinar la causa del problema o el factor que lo ha podido desencadenar. Nunca se debe ridiculizar ni castigar a un niño por este hecho, ya que ello muy al contrario de hacerle reaccionar, le puede provocar importantes problemas emocionales. En algunos casos, se utiliza tratamiento farmacológico, pero suelen tener bastantes efectos secundarios, por lo cual no es muy aconsejable.

Se aplican, asimismo, técnicas de aprendizaje al control, aparatos de alarma (pipi-stop),... según el caso. La maduración nerviosa es condición indispensable para que pueda lograrse dicho control.

Etapas en el control de la vejiga

Alrededor de los 18 meses, el niño puede anticipar la sensación de pipí y/o decir que está mojado. Sobre los 2 años, se inicia el control: primero de día, y algo más tarde de noche. Alrededor de los 4 años debe haberse logrado. No olvidemos que las edades son orientativas, pues todo depende de la maduración de cada niño.

Algunos consejos

Restringir la ingesta de líquidos a sólo 240 ml. (un vaso) en las tres horas anteriores a que se duerma el niño. Llevarlo a orinar justo antes de irse a dormir. Hacer que se responsabilice y esté atento a la evolución de su problema: que lleve un registro de los días que se moja, que coopere con la limpieza de la cama y cambio de ropa, etc. Motivarle a que permanezca seco, alabar su esfuerzo y darle recompensas por lograrlo; nunca se le debe castigar ni hacerle burla ni reprimirlo por mojar la cama.

Tomado de Psicologoinfantil.com