El piojo de la cabeza tiene una vida media de 6 semanas. Adquiere su madurez en 10 o 14 días y empieza a poner huevos (liendres) alrededor de los 15 días. Las liendres se abren a los 7 días de su puesta y suelen localizarse preferentemente en la nuca y detrás de las orejas, a una distancia de 2 a 5 cms. del cuero cabelludo. Su color oscila del blanco grisáceo al marrón. La hembra es mayor que el macho y, en estado adulto, mide de 3 a 4 mm. Pone entre 7 y 10 huevos diarios.
Normalmente, no suele haber más de 10 piojos adultos en una parasitación. El piojo se alimenta chupando la sangre del individuo parasitado. Al perforar la piel exuda una secreción salival venenosa, que produce junto con la picadura misma, una dermatitis con la consiguiente sensación de picor.
El piojo es selectivo. Tiene predilección por determinados individuos, sobre todo por niñas y mujeres. Se transmite por contagio directo. No salta. Se desplaza de una cabeza a otra por contacto, a través de la almohada, una silla, peines, toallas, etc. o puede transmitirse por las liendres de los cabellos desprendidos. Las liendres pueden también quedarse en las uñas al rascarse y contagiarse luego por contacto manual. Prefieren el cabello largo y sucio.
Tratamiento
Todos los productos que hay en el mercado tienen algún nivel de toxicidad. No se deben usar como preventivo, ya que en algunos casos se ha detectado la concentración de elementos tóxicos en el hígado al absorberse por la piel si la aplicación es muy continuada.
A menor edad del niño, mayor es el grado de absorción. La mejor prevención es la higiene frecuente, revisar dos veces por semana las zonas de la nuca y el cabello detrás de las orejas, sobre todo si hay picor, mantener las uñas cortas y usar un repelente no tóxico que se puede hacer en casa de la siguiente forma: Macerar en un litro de colonia lavanda 15 grs. de menta poleo en bolsitas durante una semana agitándolo a diario. Posteriormente, se pasa por un filtro de café de los de papel. Se añade un litro de alcohol de 40º, y se moja la cabeza a diario, especialmente de coronilla para abajo.
Si se ha producido el contagio, es necesario usar champús y/o lociones específicos. Debemos informar al farmacéutico de la edad del niño a fin de elegir el producto adecuado.
Después de lavar la cabeza con champú antiparasitario, la secaremos un poco con la toalla y aplicaremos vinagre caliente en las zonas de liendres. Cubriremos con una toalla tipo turbante y dejaremos reposar 15 minutos. A continuación pasaremos el peine antiparasitario. Las liendres que queden estarán muertas y se podrán eliminar fácilmente con la uña.
Para evitar el contagio es necesario revisar las cabezas de todos los que conviven con el afectado y lavar con agua caliente sus sábanas, toallas y ropa, e incluso sería conveniente hacer lo propio con las de toda la familia y, por supuesto, avisar en la Ikastola.
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