El sueño actual de las personas que conformamos Axular Lizeoa no es muy diferente al que aspiraban aquellas emprendedoras que iniciaron un proyecto educativo que nacía de la nada y en el que estaba todo por construir. Aquellas personas miraban al mundo, y no se conformaban con lo que veían, sino que querían visualizar algo diferente para sus hijos e hijas. Observando e impulsando el potencial de cada individuo para transformar una realidad mejorable y que requería de un esfuerzo colectivo y colaborativo.
Ese sueño se inició caminando por un sendero desconocido, inseguro y lleno de dificultades, pero el sueño permitía solventar cada una de ellas. Sin saber probablemente hacia dónde se dirigían, caminaban con paso firme adaptándose y respondiendo a las necesidades con el único fin de construir un futuro mejor para las siguientes generaciones.
En la actualidad, Axular Lizeoa sigue soñando con construir un futuro lleno de oportunidades para nuestros alumnos y alumnas, y sobre todo con darles el protagonismo para que sean dueñas/os de su futuro.
En ese proceso, soñamos con que la ikastola sea un referente para cada AxularKide, siendo parte importante de su crecimiento y desarrollo interior.
Un crecimiento que les permita encarar otras etapas de la vida con la seguridad personal y el compromiso hacia los demás que les haga ser valorados y reconocidos en su entorno. Desde los valores, competencias, capacidades y cualidades que un ser humano formado y preparado entendemos debe desarrollar en la escuela y la familia.
Soñamos con una ikastola en la que el profesorado busca momentos y formas de nutrir su vocación. Una ikastola formada por profesionales que cultivan su mundo interior y que son inspiradores para el alumnado impulsando el compromiso y la mirada humana. Una ikastola que genere un sentimiento de pertenencia que nos haga sentir orgullo por lo que somos y donde se respete la diversidad y lo diferente. Que elimine de entre sus objetivos conceptos como la colaboración o la cooperación porque ya están integrados en la manera de comportarnos.
Entre nuestros sueños aflora un ecosistema armó-nico y equilibrado en el que la persona se siente bienvenida, aceptada y querida en un entorno con espacios adaptados, flexibles, abiertos e integrados en el entorno. En el que las relaciones saludables permitan e impulsen el crecimiento colectivo, el compromiso, el desarrollo del talento y la solidaridad entre las per-sonas. Una ikastola que descubra y potencie las capacidades con las que contamos cada persona, y que haga que nos recuerden como algo importante en sus vidas. Que nos recuerden como quienes les dimos algunas herramientas necesarias para la vida, que les enseñamos a tolerar la frustración encarando las dificultades con entusiasmo y arrojo, y que les mostramos el camino para desarrollar todo el potencial con el que cuentan. Sin limitar su creatividad, su pasión ni su vocación. Sin coartar sus ilusiones, ayudándole a conocerse mejor, a expresar sus sentimientos y emociones permitiéndole ser un ser humano íntegro y responsable.